Una vez que los alimentos han sido descompuestos y cocidos en el Estómago, gracias al fuego digestivo que este recibe del Bazo, se genera un bolo alimenticio que es enviado a Intestino Delgado. Esta función de Estómago se llama “el descenso de lo turbio”. Cuando llega a Intestino Delgado, este procede a una separación entre la parte pura, o asimilable, y la parte turbia, o no asimilable. La parte pura se envía a Bazo mientras que la impura se divide hacia Intestino Grueso si son residuos sólidos, o Vejiga si son residuos líquidos. En intestino Grueso se formarán las heces. En Vejiga habrá otra separación puro-impuro, y la excreción de la parte impura en forma de orina.
La parte pura de los alimentos y las bebidas que recibe Bazo, es la base de la generación del Qi (energia) y la Sangre. La función de Bazo es la acción de enviar hacia arriba (Pulmón y Corazón) las partes puras de los alimentos y de los líquidos, llamada “el ascenso de lo puro”.
Así, a la acción de enviar hacia arriba las esencias puras de los alimentos y los líquidos por parte del bazo se le llama “el ascenso de lo puro”; y a la acción de enviar hacia abajo la parte impura de los alimentos y los líquidos - iniciada por el estómago y completada por el intestino delgado y por el intestino grueso - se le llama “el descenso de lo turbio”.
De manera que la digestión supone una sucesión de transformaciones cálidas que propician una constante separación puro-impuro (partes asimilables y desechables, respectivamente). Conocer este proceso nos permite entender por qué los alimentos deben comerse calientes, cocinados. De esta manera se facilita el proceso digestivo, ya que tanto la descomposición como la cocción en Estómago precisan una determinada temperatura para poder realizarse.