Pleno invierno. Elemento “Agua”. Yang. Riñones. Vejiga. Frío. Salado. Yin. Cabello. Voluntad. Huesos. Miedo. Sexualidad. Negro.
Todo ello está envuelto en esta estación, el invierno. Buen momento para la interiorización y recarga de energía a partir del descanso y los buenos alimentos, para estar preparados para la expansión que llegará con la primavera. Hay que cuidar al cuerpo, por ejemplo, no dejar que la zona lumbar se enfríe.
Los Riñones y Vejiga pertenecen al Elemento Agua. Estos almacenan nuestra energía más profunda, son la base de la energía Yin y Yang de nuestro cuerpo. Aunque el invierno sea la época más Yin del año, nuestros Riñones también velan por nuestra energía Yang. Ambos tienes que estar en equilibrio, pues uno es como el aceite de una lámpara, y el otro la llama. Si uno decrece, el otro también.
El elemento Agua equilibrado nos aporta fuerza de voluntad, persistencia, flexibilidad, capacidad de reflexionar.
El elemento agua desequilibrado nos trae miedo, frialdad, rigidez, incapacidad para relajarse, ofuscación.
También se relaciona en esta esfera funcional la salud de nuestros dientes, la fuerza de nuestro cabello, funciones hormonales relacionadas con los ciclos menstruales y el desarrollo del embarazo, entre muchas otras.
Insistir en alimentos del mar, como las algas, así como en los alimentos de color negro, como el sésamo negro. Cocciones largas y vigilar los crudos y frescos.