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Los mitos del huevo

20/09/2018
Ariadna Alvarez

¿El huevo engorda? ¿Mejor crudo o cocido?

Tres ous bullits

Hoy quiero hablar sobre un tema de conversación muy habitual en mi consulta. En las personas que quieren adelgazar y perder peso, o aquellas que son deportistas y perfilan mucho su dieta y composición corporal, existe un miedo a comer demasiado huevo y que eso les pueda provocar una ganancia de peso no deseada.

Personalmente, tengo una opinión muy distinta respeto a este alimento y siempre comento a mis pacientes que el huevo está sujeto a numerosos mitos que conviene corregir, especialmente en relación con su contenido en colesterol, y que es un alimento seguro y adecuado, sobre todo a personas activas.

Así pues, me ha parecido muy interesante compartir esta información con todos vosotros.

El huevo es un alimento de gran valor nutricional: contiene proteínas de elevada calidad y muy biodisponibles, un perfil de ácidos grasos muy favorables desde el punto de vista cardiovascular, y aporta vitaminas y minerales con efectos positivos sobre la salud. Toda esta aportación nutricional se incluye bajo una cantidad aproximada de 70 Kcal (huevo de tamaño medio), por lo que puede incluirse tranquilamente tanto en el marco de una dieta variada y equilibrada, como en el de una dieta con un control estricto de peso corporal.

A nivel proteico, dos huevos de tamaño medio proporcionan proteína suficiente para cubrir más de un 30% de las ingestas recomendadas de proteínas de un adulto medio. Este es un dato que todo buen deportista conoce bien, y nos lleva al segundo de los tópicos más extendidos: desechar las yemas por su contenido en colesterol y tomar las claras donde se encuentra esta proteína. Sin embargo, esto no es correcto. Aproximadamente un 40% de las proteínas se encuentran en la clara.

 

Hablemos del colesterol

Hablemos del colesterol. Un huevo de tamaño medio contiene unos 200 mg de colesterol, localizados principalmente en su yema. Pero no debemos quedarnos solo con esta información, cada vez hay más evidencias de que el consumo de huevo tiene poca o ninguna influencia sobre los niveles de colesterol en nuestro organismo (incluso puede ser beneficioso por su perfil de ácidos grasos). Además, en la yema se encuentran también numerosos nutrientes como las vitaminas A,D,E y K o minerales como el hierro. Por lo tanto, desechar las yemas supone también la pérdida de muchos nutrientes del huevo.